Antes de enviarlo a toda la lista, ha pasado un buen rato asegurándose de que su correo electrónico está perfecto. Media hora más tarde, la Sra. Sabelotodo del departamento de Márketing le responde para señalarle varias erratas, errores gramaticales y faltas de ortografía. Como buena aspirante a correctora que es ella, bromea:
Uf. Mátame. Vale, es verdad que hay poca gente tan malvada. Sin embargo, creo que todos podemos identificarnos con el hecho de que cometer un error gramatical en inglés es ciertamente embarazoso y desearíamos que nos tragara la tierra y desaparecer. Sin embargo, más allá de los momentos incómodos y de unas cuantas carcajadas, una mala gramática puede decir muchas cosas sobre una persona, ya que puede hacerla parecer inculta e incompetente.
En un artículo del blog de Harvard Business Review, el cofundador y director general de iFixit dijo que no contrataría a personas con una gramática pobre. «Si crees que un apóstrofe era uno de los 12 discípulos de Jesús, nunca trabajarás para mí. Si crees que un punto y coma es una coma con una crisis de identidad, no te contrataré. Si esparces comas indiscriminadamente, puede que solo llegues al vestíbulo antes de que te enseñemos la puerta del edificio».
Duro, ¿no? Tal vez. Pero es la realidad.
Tener una buena gramática en inglés es importante. Punto y aparte.
No importa si está escribiendo un ensayo para la universidad, redactando su primer currículum o preparando un boletín de noticias sobre su empresa: la gramática es muy importante. Es la base de nuestra capacidad para expresarnos. Si no cree que una buena gramática es importante, piense en las siguientes razones:
Por supuesto, no todos tenemos un grado universitario en Inglés y, por lo tanto, no podemos decir que nuestra gramática sea impecable. Aunque pasemos mucho tiempo revisando el borrador una y otra vez, nos es imposible detectar todos los errores sin ayuda. Aquí es donde entran en juego los programas de corrección gramatical o correctores de gramática. Se trata de una herramienta que puede ayudarnos a detectar errores gramaticales en inglés y ofrecernos sugerencias sobre cómo corregirlos.
Por supuesto, el primer beneficio de un corrector gramatical es su capacidad de revisar textos para asegurarse de que son precisos y no contienen ningún error. De este modo, no parecerá tonto ni descuidado ante sus profesores, compañeros de trabajo o clientes. Otras ventajas de utilizar una herramienta de corrección gramatical para el día a día son:
A Grammarly le gusta llamarse a sí mismo un asistente de escritura potenciado por IA, en vez de software de corrección gramatical. Esto tiene cierto sentido, porque sí que es un programa que le sigue por todos lados para comprobar su escritura en redes sociales, correos electrónicos y mensajes, documentos, proyectos, etc. Grammarly se puede descargar en dispositivos móviles Android o iOS o también se puede instalar en forma de aplicación de escritorio para Mac o PC. También ofrece una extensión web para Chrome, Safari, Firefox, Edge y MS Word, ¡e incluso funciona dentro del editor de WordPress!
Grammarly presume de tener más de 6 millones de usuarios activos diarios y es fácil ver el motivo. Cuenta con un sólido algoritmo que escanea los textos escritos en busca de errores gramaticales, ortográficos, de estilo y de puntuación, así como oraciones sin puntuación, palabras mal utilizadas e incluso plagio. Así, ofrece correcciones, sugerencias y alternativas en tiempo real. Grammarly sugiere mejoras en la redacción y elimina las palabras superfluas para mejorar la claridad y la legibilidad del texto. También le permite saber cómo suena el texto que ha escrito para que pueda evitar ser distante, grosero o descortés.
También nos gusta mucho el hecho de que de sugerencias personalizadas en función de la audiencia y el estilo de escritura. ¿Quiere sonar formal, seguro o amable? ¿Escribe para un público experto? ¿Su intención es informar, describir o contar una historia? Antes de empezar a escribir puede configurar todo esto para obtener una respuesta más personalizada. Además, Grammarly permite establecer preferencias de idioma para que así tenga en cuenta las diferencias, por ejemplo, entre el inglés americano, el británico, el canadiense y el australiano.
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Creado en 2012, este software con sede en Londres es un corrector de gramática, editor de estilo y mentor de escritura todo en uno. ProWritingAid pretende ser un tutor virtual y un entrenador personal de escritura, y parece que se lo toman muy en serio. En primer lugar, ayuda a identificar los errores de gramática, puntuación, ortografía y estilo. Después, proporciona comentarios sobre el texto, e incluso puede generar 20 informes diferentes sobre la marcha. Al principio es fácil sentirse abrumado por la gran cantidad de información en estos informes, pero rápidamente irá descubriendo que se puede hacer clic en cada uno para revisar los errores y las sugerencias. Durante la prueba, revisar estos informes realmente nos ayudó a mejorar la fluidez y la claridad de nuestra escritura. Otra función que nos gusta es una característica llamada Ecos, que resalta las palabras y frases utilizadas en exceso.
La integración de ProWritingAid con los editores de texto más populares es impresionante. Cuenta con un editor web estupendo y funciona con casi cualquier dispositivo y extensión: Windows, Mac, Chrome, Safari, Firefox y Edge. También se puede conectar al paquete de Microsoft Office completo, incluyendo Open Office, Google Docs ¡e incluso Scrivener!
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¿Busca una alternativa asequible a Grammarly? Linguix es una herramienta de corrección gramatical más económica pero igualmente diseñada para ayudar a mejorar la escritura mediante la comprobación de la ortografía, la gramática, la puntuación, el estilo y la legibilidad. Con un plan anual por solo 4,40 dólares/mes, esta es una muy buena opción para estudiantes con poco dinero, escritores autónomos, editores, redactores o personas que buscan trabajo y quieren pulir sus currículums.
Linguix hace precisamente lo que promete, es decir, hacer que su escritura sea clara, convincente y nativa. Al igual que muchas otras herramientas de corrección gramatical, utiliza IA para mejorar su forma de escribir. Va editando el contenido a la vez que usted escribe, subraya los errores y le ofrece sugerencias que puede aceptar o descartar o añadirlas a un diccionario. Además de aplicación web, de escritorio y para MS Office, Linguix también ofrece una extensión para el navegador para que pueda revisar su trabajo en cualquier lugar sin tener que copiar y pegar el contenido. En general, funciona como cualquier otra herramienta de corrección gramatical de primera línea, pero con una pequeña sorpresa: la versión prémium cuenta con un Modo Secreto, una función que le permite editar su trabajo de incógnito. Siendo sinceros, nosotros no tuvimos la necesidad de usar esta característica, pero suponemos que será agradable para aquellos que trabajan con contenido «sensible».
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Durante la evaluación que hicimos de diferentes correctores gramaticales, probamos más de 30 marcas en base a dos criterios principales:
Todos los correctores gramaticales de nuestra lista cuentan con una versión gratuita que debería ser suficiente para escritores ocasionales. Pero, por supuesto, las funciones son limitadas. Grammarly Free, por ejemplo, solo ofrece sugerencias básicas de ortografía, gramática y puntuación, mientras que la herramienta gratuita de Ginger está limitada únicamente a 350 caracteres. Aun así, es una buena oportunidad para probar la interfaz y las integraciones del programa.
No, la mayoría de ellos se basan en IA, por lo que necesitan conexión a Internet para comprobar el texto. Sin embargo, algunos programas, como ProWritingAid, permiten descargar los informes para leerlos sin conexión, pero no vemos ninguna ventaja en ello, ya que preferimos recibir comentarios y correcciones de nuestra escritura en tiempo real según vamos escribiendo.
No necesariamente. La mayoría de los correctores gramaticales tienen sitios web en los que se puede escribir directamente en un cuadro y revisarlo. Aunque no es necesario descargar ninguna aplicación, sí que es posible descargar aplicaciones en el teléfono móvil para revisar el trabajo sobre la marcha. En ambos casos, necesitará conexión a Internet estable para que el programa funcione.
La cara oculta de dejar que los programas informáticos comprueben la exactitud y los errores ortográficos de su trabajo es que, básicamente, está dando a estas herramientas acceso a sus datos. Pero no tiene que preocupare. Los correctores gramaticales con buena reputación, como Grammarly o ProWritingAid, prometen mantener su información segura y privada. Si tiene dudas sobre cualquier servicio que vaya a utilizar, siempre puede leer la política de privacidad y sus condiciones del servicio para estar bien informado.
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